domingo, 22 de julio de 2007

¿Qué es el pesebrismo político-cultural?

En primer lugar digamos que es un concepto que puede aplicarse con fortuna a ciertos “animales racionales” (es una definición de Aristóteles: no enfadarse todavía) que pululan por doquier en el universo del llamado “pensamiento” o “cultura”.
En segundo lugar, entrando ya en la definición del concepto, digamos que se podría caracterizar por las notas de “conceptualismo vacío” y “halago del poder buscando el pesebre, o vida a la sombra de un buen árbol político o económico”.
Otra descripción podría ser: “búsqueda ansiosa de notoriedad halagando a otros por sistema”.
También podría caracterizarse por “realizar remedos de todo arte que los humanos conocen, principalmente del arte literario y del arte de la crónica de bajos vuelos y de corte geográfico alicorto.”
Otra de las notas del pesebrismo político-cultural sería “un lastimoso estado de la inteligencia humana en la que viven los supuestos teóricos, catedráticos, pergeñadores de relatos, supuestos poetas y hacedores-de-discursos-que-no-dicen-nada o que dicen y contradicen constantemente lo que dijeron antes; en definitiva, personas de estilo literario estéril y arbitrario."
También como “erudición superficial y vana del que teoriza sobre toda realidad que cree conocer, sin saber auténticamente de nada y que ha llegado a límites exacerbados por falta de conocimiento del verdadero equilibrio entre el saber y el sentir, junto al adecuado cultivo de lo estético, de lo saludable y del instinto, para que estén en íntima unión en cada ser humano”.
Otra nota sería el llamado “síndrome de la mosca” mediante el cual el pesebrista político-cultural “navega por el aire y se siente el centro volante de este mundo”. Así, este supuesto pensador cree que es el centro del universo y que todas las miradas están puestas en él.
Otra nota más: “inflarse como un odre en cuanto considera que ha juntado con fortuna dos o tres palabras”.
Por último, este “animal intelectual” sería “un pobre títere parlante candidato a erudito manejador superficial de palabras que tiene la ilusión de que puede hacer, cuando en realidad, de verdad, nada puede hacer".
De este modo, podemos ver mejor la naturaleza de este hombre mecánico y pesebrista que se mueve al son de las corrientes sociales de poder predominantes.

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